En algún lugar bajo la lluvia siempre habrá un perro abandonado que me impedirá ser feliz. Jean Anouilh
SI ESTÁS BUSCANDO UNA MASCOTA PARA ADOPTAR, PINCHA EN MI ELINK DE FACEBOOK DONDE ENCONTRARÁS MUCHOS DE DIFERENTES PROTECTORAS Y GRUPOS. NO LO DEJES PARA MAÑANA, PUEDE QUE SEA YA DEMASIADO TARDE.
Powered By Blogger

Seguidores

Ya son más de 2.300 seguidores, súmate

miércoles, 3 de julio de 2013

No han matado a mi perro, han matado a mi amigo

La Policía Nacional detiene a un joven de 24 años tras arrojar desde un sexto piso de la calle Argentina a un perro que pertenecía al novio de una amiga.
Artículo de Manuel M. Núñez.
Colaboración enviada por Ashlee Animalista, tomada de Hoy.es

Miguel Ángel con Homer (izda) y Nala, sus
mascotas. M. A. P
Miguel Ángel Parra, un joven sevillano de 27 años, vivió el sábado su particular infierno en Cáceres. Ni siquiera podía imaginar que lo que empezó como un viaje para ver a África, su novia, y pasar unos días junto a ella terminaría con una denuncia ante la Policía Nacional y, lo peor de todo, con la muerte de su mascota, Homer, de solo 10 meses de edad.

Este coqueto bulldog francés de color marrón y hocico negro murió tras ser arrojado desde un sexto piso de la calle República Argentina poco antes de las diez de la noche del sábado. El presunto autor de los hechos fue un amigo de la compañera de Miguel Ángel, un hombre de 24 años que accedió a la vivienda tras llamar «insistentemente a la puerta para hablar con la joven», según informó la Jefatura Superior de Policía de Extremadura.

La versión policial refleja que al entrar en el piso, y después de discutir con la chica, cogió al perro y lo tiró al vació por una ventana. A continuación huyó a la carrera. Efectivos de la Policía Local y Nacional se personaron en el lugar de los hechos y también acudieron responsables del Refugio San Jorge, la perrera municipal que gestionan las asociaciones Dejando huella y Proyecto Animalista.

Laura Varaldi, una de sus encargadas, aún se mostraba impresionada por el suceso ayer. «Fue una historia alocada. No habíamos vivido un caso como éste desde que llevamos la perrera», destaca. Varaldi tiene grabada la imagen del animal, «un perro muy coqueto, muy bien cuidado», sobre el que su dueño solo repetía una y otra vez la misma pregunta: «'Se va a poner bien, ¿verdad?', nos decía. Pero cuando llegamos estaba ya en parada respiratoria y no había nada que hacer», relata. Además del dueño del animal, el Refugio San Jorge también ha presentado denuncia contra el presunto autor. Sobre el mismo, aportaron datos de filiación, características físicas y detalles sobre cómo iba vestido. Poco después, los agentes de la Policía Nacional lo trasladaron a las dependencias policiales para ser puesto a disposición judicial.

«No era solo mi perro, era mi compañero. Le tenía un cariño muy especial. Y no es por decirlo. Cuando vine a ver a África desde Sevilla no dudé en traerlo. Estaba conmigo desde que tenía ocho meses», cuenta a través del teléfono móvil Miguel Ángel Parra.

Su acento sevillano se entrecorta cuando responde a las preguntas de este diario, aún con la emoción encima. «No han matado a mi perro, han matado a mi amigo», aclara. Y casi de repente recuerda el carácter de su mascota desaparecida: «Era un animal muy sociable, muy tranquilo... Me conocía tanto que incluso sabía si yo tenía un mal día». Miguel Ángel está dispuesto a llegar hasta el final con este asunto. «No voy a retirar la denuncia. Al contrario. Seguiremos adelante. Este señor tendrá que pagar por lo que ha hecho porque además tiene el móvil de África lleno de amenazas», afirma.

El Código Penal contempla penas de prisión de tres meses a un año por maltratar animales domésticos y causarles la muerte. Así se recoge en su artículo 337. La Ley de Protección de los Animales de Extremadura fija sanciones entre 1.501 y 15.025 euros para infracciones muy graves. Entre ellas cita «maltratar, torturar o infligir daños a los animales o someterlos a cualquier otra práctica que les pueda producir la muerte».

La noticia, curiosamente, pasó desapercibida por el barrio. Ni los negocios de la zona ni los vecinos se habían enterado ayer, según pudo constatar este medio.

«No hemos escuchado nada. Nadie ha comentado algo de eso. Y mira que aquí son 54 familias las que residen», comenta sorprendida la propia presidenta de la comunidad. Antonio lo corrobora. Vive en el séptimo y es uno de los inquilinos que tiene perro. «Es horrible. Una historia dura, pero aquí nadie la conocía», reflexiona este hombre que lleva en el bloque desde hace tres décadas.

«No me hago a la idea de que ya no éste». La voz de Miguel Ángel se mantiene a duras penas. Admite que tras oír el último ladrido del animal sufrió un ataque de ansiedad. Ya no paró de llorar. Ha pasado el fin de semana más duro: «El agresor entró en el piso y me dijo: 'Te lo estás pasando bien'. Luego tiró a Homer por la ventana».

votar

2 comentarios:

  1. Donde hay que denunciar los casos de maltrato de un animal?

    ResponderEliminar
  2. Hola espartacus. Aquí en España en el departamento del Seprona de la Guardia Civil, ellos se encargan de investigar y demás. Saludos.

    ResponderEliminar